domingo, 12 de septiembre de 2010

Ser




Me queda poco tiempo de íntegra cordura. No voy a desperdiciarla, sino a invertirla.
Supongo, mis prioridades, serán egoístas. Pero vaya a donde me vaya, no me iré frustrada, o con las manos vacías, de una vez por todas.
Esto se trata de errores y aciertos. De escribir y volver a borrar.
Mudé mi sitio mil veces. Creí encontrar un lugar, pero, parece, el lugar no me encuentra.
Una parte de mí y una parte de vos. No se qué quieren.
Me abrumas, me impacientas, todo por dentro, lentamente.
Nada claro, nada oscuro; vivimos de grises matices.
Y he allí la confusión. La caótica alerta de sonido mudo. Por algo será...
Me cansé de lo efímero, iré a lo concreto. La poesía no me completa, en fin, nada me satisface.
Quiero pero no puedo; o ¿será al revés?.
El placer de saber, que tengo la mirada perdida. Disfrutar de lo invisible a los demás ojos.
Manifiesto de la incoherencia, un ligero viento desploma mi razón.
Ya no quiero volver atrás ni ver las cosas como son.
Y me senté a pensar, qué es lo que estaba haciendo. Toqué la punta de mis zapatos y sonreí (irónicamente).
Recuerdos: mucho peor que cualquier tortura. Y tras cada azote de verbos pasados, aprieto mis manos y endurezco el alma.
Hoy aprendí algo nuevo: Poco a poco me convenzo de que soy alguien.
Soy, pero ¿dónde estoy?.

No hay comentarios:

Publicar un comentario