Doppelgänger es el vocablo alemán para el doble fantasmagórico de una persona viva. La palabra proviene de doppel, que significa "doble", y gänger, traducida como "andante". Su forma más antigua, acuñada por el novelista Jean Paul en 1796, es Doppeltgänger, 'el que camina al lado'. El término se utiliza para designar a cualquier doble de una persona, comúnmente en referencia al "gemelo malvado" o al fenómeno de la bilocación.
También se utiliza para referirse a un individuo que posee una sensación de total y absoluta identificación o semejanza con un ente ficticio, llámese personaje de literatura, televisión, historietas, etcétera.
Los Doppelgänger aparecen en varias obras literarias de ciencia ficción y fantasía, en las cuales son un tipo de metamorfo que imita a una persona o especie en particular por alguna razón, generalmente nefasta.
En las leyendas nórdica y germánica, ver el propio Doppelgänger es un augurio de muerte. Un Doppelgänger visto por amigos o parientes de una persona puede a veces traer mala suerte, ser un mal augurio o una indicación de una enfermedad o un problema de salud inminentes. Según escribió el dramaturgo sueco Strindberg, El que ve a su doble es que va a morir.
Los Doppelgänger del folclore no proyectan sombra y no se reflejan en espejos ni en el agua. Se supone que dan consejo a la persona que imitan, pero este consejo puede ser engañoso o malicioso. En raras ocasiones, también pueden inculcar ideas en la mente de la víctima o aparecerse a amigos y parientes, creando confusión.
Mario Praz conecta con la figura del Doble otras populares en el folclore, como el Hombre Lobo o la muchacha hermosa que oculta en su interior una serpiente o demonio (Lamia). Claude Lecouteux explora estas y otras conexiones (hadas, brujas, hombres lobo) en su libro sobre la figura del Doble en la Edad Media.En la literatura anterior al romanticismo el tema del Doble aparece prefigurado en el tema del sosias o de los gemelos, utilizado para lograr un efecto cómico en obras como las comedias sobre Anfitrión de Plauto o Molière o La comedia de las equivocaciones de Shakespeare. También aparece en la mitología: Zeus toma la apariencia de Anfitrión para unirse a Alcmena, y otro tanto hace Uther Pendragon, convirtiéndose en un doble del marido de Igraine para yacer con ésta.
El romanticismo se interesa por el fenómeno del Doble como materialización del lado oscuro y misterioso del ser humano (lo que Jung llamará la Sombra). Mario Praz sugiere que cuando el público llama Frankenstein a la criatura del doctor Frankenstein no está tan equivocado como parece, pues el monstruo es de algún modo un desdoblamiento de su creador.6 En Los elixires del diablo, de E. T. A. Hoffmann, Medardo, el protagonista, sufre la persecución de un Doble que en ocasiones es corpóreo, pero otras veces parece una parte escindida de la psique del propio Medardo. Es probable que en su estudio de la literatura psiquiátrica de la época (o en sus visitas a manicomios) Hoffmann topara con casos que hoy se catalogarían como esquizofrenia. Su propio estado mental llegó a ser muy confuso durante la redacción de la primera parte de la obra, que tuvo para él un efecto terapéutico.
Robert Louis Stevenson toma de Hoffmann el tema de un bebedizo o pócima (los elixires del diablo en la obra del alemán) que convierte a quien la toma en una versión maligna de sí mismo en El Dr. Jekyll y Mr. Hyde.
Hans Christian Andersen propone una versión alegórica del Doble en su relato La sombra: un sabio delega en su sombra ciertas responsabilidades, cada vez mayores; finalmente, se trocan las tornas y la sombra usurpa la personalidad de su antiguo amo.
El relato de Poe William Wilson tiene la originalidad de que en él el Doble no encarna las tendencias malignas del protagonista, sino la voz de su conciencia.
En Rayuela, novela del escritor argentino Julio Cortázar, el protagonista llama irónicamente a un personaje su Doppelgänger debido a una curiosa simetría que se establece entre ellos en varios aspectos de su vida. Casos famosos del fenómeno Doppelgänger
Las supuestas apariciones públicas del Doppelgänger de Emilie Sagée, una maestra de escuela del siglo XIX, fueron registradas por Robert Dale Owen, después de que Julie von Güldenstubbe diera a conocer el caso.
Guy de Maupassant registró sus experiencias con su Doppelgänger en su historia ¿Él?.
Percy Bysshe Shelley afirmaba haber conocido a su Doppelgänger, que se le apareció para presagiarle su propia muerte.
John Donne, el poeta metafísico inglés, conoció al parecer al Doppelgänger de su esposa en París, que le presagió la muerte de su hija, aún no nacida.
Emilie Sagée
Robert Dale Owen se encargó de poner por escrito el singular caso de Emilie Sagée. Él se enteró de esta anécdota por Julie von Güldenstubbe, una aristócrata letona. Von Güldenstubbe afirmaba haber visto en el año 1845-46, a la edad de 13 años, junto a un grupo de entre 13 y 42 niños, al doble de su maestra francesa de 32 años Sagée, a plena luz del día, dentro de su escuela (Pensionat von Neuwelcke). Las acciones del Doppelgänger de Sagée incluyeron:
Hacer como que escribía y comía, pero sin nada en las manos.
Moverse independientemente de Sagée, y permanecer quieto mientras ella se movía.
Aparentar estar en perfecta salud mientras Sagée se encontraba muy enferma.
Aparentemente también el Doppelgänger ofrecía resistencia al tacto, pero era incorpóreo (dos niñas pasaron a través de su cuerpo).
Tengo un problema con el formato del texto. Cuando esto se decida a funcionar bien lo arreglo.
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