Con un faro sin luz
Y sin puerto donde arribar
En este embravecido mar
Abandono la pesada barca
Ellos sabrán qué hacer conmigo
Yo querer, no quiero nada
Con la pena como abrigo
Echo al mar más agua salada
¿Quién comprende al vencido
sin saber de su derrota?
Será el concepto de nada
Que desde el interior furioso brota
Y allí espera el horizonte
Con un cálido sol deslumbra
Hecha luz a los vestigios
De tantos bellos prestigios
Dejando atrás la penumbra
Es el destino una expresión
Que recibe con un abrazo
Reconoce otros zapatos
Y con paciencia ata sus lazos
La mirada sin objeto
Un acto de amor obsoleto
Volverá el tiempo perdido
En la lírica de un soneto